Si usás estufas a gas o eléctricas, verificá siempre que estén en buen estado, que haya buena ventilación en los ambientes y nunca las dejes encendidas mientras dormís o cuando no estás en casa.
Ante cualquier anormalidad (olor extraño, llama irregular, calor excesivo), desconectá el artefacto y consultá con un profesional matriculado.
Cuidarnos del frío también es cuidarnos entre todos.